El domingo pasado estuve haciendo algo que me encanta más que pintar. Estuve enseñando a mi sobrina, que tiene 5 añitos, a pintar miniaturas.
Ella misma, hacía un tiempo, me había expresado sus ganas por pintar como hacía "la madrina" (yo, jajaja). Así que como buena tía y como buena docente, encargué los Pokémon que ella me pidió.
La experiencia fue muy favorable, tanto para mí, que tenía una alumna excelente, como para ella, a quien le encantó y quiere seguir aprendiendo.
En un principio, mi idea era encargarme yo de Pikachu porque considero que pintar amarillo es muy complicado por la falta de capacidad de este color para quedar uniforme, pero Pau (mi sobrina) insistió que era su favorito, así que... Claramente, cedí 😊
Cómo veis, los resultados fueron más que satisfactorios.
Pikachu quedó perfecto y nosotras anotamos una experiencia más a la vida compartida de una niñita de 5 años y su madrina.
Que bonito os ha quedado!
ResponderEliminarAy, muchísimas gracias por tu comentario. Un besito, cariño 😘
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